Georges-Pierre Seurat (1859 – 1891) fue un pintor francés, fundador del Neoimpresionismo. Su trabajo “Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte” es uno de los íconos de la pintura del siglo XIX.
Nace en París en 1859, su padre, nativo de Champagne, que era alguacil, su familia poseía tierras que generaban buenos ingresos. Su madre era parisina. Sus 32 años de vida estuvieron dedicados a la pintura.
A los 16 años ingreso en la clase del escultor Justin Lequien,
Buscaba dar aplicación a la pintura en la ciencia. Era ordenado y tímido. El aprendizaje en la Escuela de Bellas Artes, con sus enseñanzas exageradamente academicistas, es la que imponen sus profesores, haciendo de él un pintor de estilo clásico.
Más tarde participó en la fundación del Salón de Artistas Independientes, que agrupaba pintores de nuevas tendencias como el neoimpresionismo o el puntillismo.
Llevó al límite la experiencia impresionista y, en lugar de reproducir los efectos de la luz, empezó a pintar mediante toques aislados y a plasmar las formas reducidas a sus características esenciales.
Seurat empiezo a aislarse cansado de las polémicas que rodean su obra.
Vivió secretamente en estudio con una joven modelo, Madeleine Knobloch, que en febrero de 1890 dio a luz al hijo del artista.
Seurat murió de difteria y fue incinerado en el cementerio de Père Lachaise. Su último trabajo ambicioso, «El circo», quedó incompleto.
Tras la muerte de Seurat, Madeleine dio a luz a su segundo hijo, cuyo nombre es desconocido. Seurat, tenía varias amantes, tuvo más de 15 hijos no reconocidos creando polémicas sobre quien se quedaría con su gran fortuna.
