Conocido y talentoso violinista del siglo XIX en su concierto más memorable es mas recordado por su constancia que por su talento. El concierto un lleno completo se realizó en Italia con una orquesta completa.
Quienes lo escucharon tocar dicen que la técnica de Paganini fue impecable, su tono fantástico. Hacia el final del concierto, Paganini sorprendió a su público con una composición muy difícil, mientras lo hacía una cuerda de su violín de repente se rompió y colgaba del clavijero de su instrumento. Paganini sólo frunció el ceño brevemente, sacudió la cabeza y siguió tocando improvisando maravillosamente.
Luego, para sorpresa de todos, incluido Paganini, una segunda cadena se rompió, y tras de ella una tercera cuerda se rompió. Parecía un acto de comedia. Pero Paganini se plantó ante la multitud con las cuerdas colgando de su violín Stradivarius.
En las cuatro cuerdas de un violín resuena la vida de un prodigio de la música en el mundo, pero con una sola demostró su virtuosismo.
En 1828, visito Viena, Praga, Varsovia y Berlín, entre otra ciudades que lo consagró como el mejor violinista de su tiempo y uno de los mejores de todos los tiempos, su avanzada técnica le hacia capaz producir sonidos extraordinarios.
Su particular modo de hacer efectos es precursora de consagradas técnicas de violín, explorando diversos recursos como las triples cuerdas, glissandi, pizzicati y arpegios, explotados en sus propias composiciones en las que destacan los Veinticuatro caprichos para violín solo Op. 1 (1818), seis conciertos para violín y orquesta, nueve Cuartetos para guitarra y arcos (1806-1816) y piezas como La danza de las brujas (1813) y Tarantella (1830).
Recomendamos ver:
El Arco Mágico. (The Magic Bow 1946) dirigida por Bernard Knowles.
Sinopsis: Una película inglesa que persigue mostrar la compleja vida del gran violinista italiano Paganini, también conocido como compositor prodigio, entre sus piezas más reconocidas escuchamos sus complejos “caprichos”. Impresiona y conmueve la majestuosidad y pasión con la que interpretaba el violín, la viola y la guitarra, aun cuando también tocaba el piano.
El deslumbrante Stewart Granger caracteriza al carismático violinista del siglo XVIII. Por suerte para los guionistas, Paganini era tan célebre por sus amores como por sus logros musicales, por lo que no era necesario inventar una trama romántica de la nada.
Veamos a un hombre apasionado fascinar al público con su música y sus interpretaciones en el Arco Mágico.