Para comprender los efectos de Mercurio retrógrado, es importante conocer un poco sobre la astrología y sus fundamentos.
La naturaleza tiene un ritmo, una cadencia en su historia, y quienes la observan con detenimiento pueden comenzar a vislumbrar, identificando patrones repetidos en el tiempo.
“Los que no conocen el pasado están condenados a repetirlo” Jorge Santayana.
Hace 4000 años, los ciclos naturales eran cuestión de vida o muerte. En ese momento no teníamos satélites meteorológicos ni computadores para determinar el mejor momento para plantar, así que hicimos lo mejor que pudimos: Observamos la tierra y aprendimos por experiencia.
Experimentamos plantando en diferentes momentos, pero sin un calendario común tampoco fue sencillo determinar los ciclos y así repetir el éxito, es por ello que usamos lo que teníamos a la mano: Las estrellas.
Ese fue el principio de la astrología, el determinar los ciclos naturales de la tierra y seguirlos con los movimientos planetarios y estelares.
Seguimos observando, primero como babilónicos, luego egipcios, chinos, griegos y romanos; Todavía hoy estamos atentos al cielo, desarrollando en el camino un lenguaje de símbolos y mitología que incorpora en 12 signos (representando los períodos en el ciclo) y 9 puntos en el cielo (representando las condiciones del ciclo) los resultados de 4000 años de observación histórica.
Entre los 12 signos, 9 puntos y los 11 aspectos (la posición relativa entre un planeta y otro) existen 1320 combinaciones para un momento dado, y si tomamos en cuenta los tránsitos (la comparación del punto de principio de un ciclo con el momento actual) hay 1.742.400 resultados posibles… Todo esto sin tomar en cuenta los asteroides, puntos modernos, aspectos harmónicos, etc.
Uno de esos 9 puntos estelares es el planeta Mercurio y para comprender qué tipo de ciclos representa hay que conocer dos cosas:
Su Simbolismo:
El símbolo utilizado para representar a Mercurio está conformado por un círculo con un crecente arriba y una cruz abajo.
En simbología el círculo es utilizado para representar el infinito, la totalidad y el foco; la cruz simboliza la materia y la vida; el crecente normalmente representa el alma. Bajo este enfoque el símbolo antiguo de Mercurio es la unificación de cuerpo y alma.
El símbolo de Mercurio también es una simplificación del Caduceo, el cual representa el balance entre los opuestos (las serpientes en espiral encontrada), la transferencia del plano material al plano espiritual (la rama del árbol de la vida) y la asunción a lo divino (las alas).
Burket en su Encyclopedia Mythica sobre Hermes dice:
“Hermes fue considerado dios de las fronteras y los viajeros que las cruzan, de los pastores y las vacadas, de los oradores y el ingenio, de los literatos y poetas, del atletismo, de los pesos y medidas, de los inventos y el comercio en general, de la astucia de los ladrones y los mentirosos”.
En el himno de Homero le invoca como:
“el de multiforme ingenio (polytropos), de astutos pensamientos, ladrón, cuatrero de bueyes, jefe de los sueños, espía nocturno, guardián de las puertas, que muy pronto habría de hacer alarde de gloriosas hazañas ante los inmortales dioses.”
Hermes, es conocido mejor como “el mensajero de los dioses” y su cetro era un caduceo, presentado por Apolo a cambio de la primera Lira (ancestro de la guitarra).
La mitología de la antigua Roma esta primariamente basada en la griega, pues los emperadores entendieron que los dioses griegos eran mucho más que mitos, como afirmó Carl Jung “la mitología representa la suma total del conocimiento psicológico de la antigüedad”. Los griegos habían pasado siglos refinando sus deidades, así que los romanos se apropiaron de ellas cambiando algunos aspectos e integrándolos a su cultura.
En el caso particular de Hermes, este fue integrado dentro de la figura del dios del comercio: Mercurio.
Sintetizando ambas cosas: El planeta Mercurio representa los ciclos naturales que tienen que ver con la integración de la mente y el espíritu, el razonamiento lógico, los viajes y el comercio. Incorpora las polaridades en un punto, representando las comunicaciones efectivas así comolos procesos naturales de negociación.
Cada cierto tiempo, el movimiento de los planetas parece detenerse en los cielos y moverse en retroceso, esto se llama movimiento aparente retrogrado, mejor conocido como Retrogradación de los planetas.
Este movimiento retrogrado es consecuencia de la diferencia entre puntos de vistas y rotaciones de los planetas, este concepto es más fácil de visualizar en un ejemplo gráfico:
Cuando Mercurio retrograda, esto representa un período de “retroceso” en todas las cosas relacionadas con sus símbolos y mitos, es un momento de debilitación en las comunicaciones, la lógica y la tecnología.
Esta retrogradación ocurre cada 3 meses, representando la forma natural de llevar proyectos a través de trimestres, con lapsos de 3 semanas entre cada período para evaluar nuestra acción, mirando hacia atrás para poder re-planificar los siguientes meses, y así hacer un cambio de dirección si es necesario.
Sobre este período Lourdes Méndez escribe en nuestro calendario:
“Este es un período de detención y recambio, deben estar muy atentos a lo que sucede, la impulsividad y toma de decisiones precipitadas bajo luz roja.
Mercurio retrógrado nos lleva al pasado más próximo a través de las repeticiones, es como si existieran tiempos paralelos y pudiéramos vivir al mismo tiempo experiencias diferentes, mientras las energías directas las vivimos en tiempo presente (Prestándole más atención a la forma), las retrógradas (Prestándole más atención al contenido) coexisten con las mismas pero desde tiempos pasados… es decir “como si el pasado y el futuro estuvieran siendo diagnosticados”…
Mercurio retrógrado nos recuerda que debemos terminar los asuntos que traemos entre manos antes de comenzar otros. También, en este período, nos volvemos más intuitivos, receptivos y reflexivos, y resulta provechoso para revisar contratos y re-examinar situaciones.
Aquellas personas que tienen a Mercurio retrógrado en su carta natal no son tan afectadas.”
Así que aproveche esta pausa natural para re-examinar, re-visar y re-hacer las cosas que trae en manos, preparándose con aplomo y entusiasmo para el siguiente período de acción.