«Debemos hacer las cosas ordinarias con un amor extraordinario.»
Teresa de Calcuta
Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa estela o “semilla del día” fue sembrada por…
Madre Teresa de Calcuta.
Católica albanesa que se radicó durante décadas en la India, y fundó las Misioneras de la Caridad en 1950. Por más de cuarenta años sirvió a los pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, y fue también quien guió a su fundación en diversos países del mundo hasta pocos meses antes de su muerte. Tras su deceso, fue beatificada por el Papa Juan Pablo II, por lo que se le dio el título de Beata Madre Teresa de Calcuta.
Para la década del 70, ya era conocida internacionalmente teniendo una importante reputación humanitaria y considerada una gran defensora de los pobres e indefensos. En 1979 obtuvo el Premio Nobel de la Paz, y un año después, en 1980 y en la India, uno de los más relevantes galardones civiles allí.
Ella ha sido elogiada por diferentes gobiernos, organizaciones y personalidades.
Un aspecto particularmente notable de la Madre Teresa es la profunda crisis de fe a la que se enfrentó por casi cinco décadas de su vida, misma que quedó evidenciada en el libro Mother Teresa: Come Be My Light editado por Brian Kolodiejchuk que recopila las cartas privadas escritas por la misionera. A pesar de ello, esto no fue obstáculo para el proceso de su beatificación llevado a cabo en 2003.
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