Macro visión1

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Luz Naranja en el UniversoLuzNaranja

Navegamos tanto hacia la parte del mediodía que entramos en la zona tórrida y dentro del círculo de Cáncer: y habéis de tener por cierto que en pocos días, navegando por la zona tórrida hemos visto las cuatro sombras del Sol, por cuanto el sol se hallaba en el cenit a mediodía.
Carta del 18 de julio de 1500.

Tanto navegamos por la zona tórrida hacia la parte del austro, que nos encontramos bajo la línea equinoccial, y teniendo un polo y el otro a final de nuestro horizonte, y la pasamos por seis grados perdiendo totalmente la estrella tramontana.
Carta del 18 de julio de 1500.

Vespucio afirma que buscó sin éxito un equivalente en el sur de la Estrella Polar del hemisferio norte. Su mejor candidata parece haber sido un grupo de cuatro estrellas que formaban «como una almendra», lo cual le dio pie para recordar en la carta unos versos de Dante que él consideró premonitorios:

Y a la derecha vuelto, alcé la mente al otro Polo, y vide cuatro estrellas que sólo vio la primitiva gente.

¡Qué alegre el cielo de sus chispas bellas! ¡Oh viudo Septentrión que estás privado eternamente de la vista de ellas!
Carta del 18 de julio de 1500.

En honor a Vespucio, «América»… El Nuevo Mundo.

Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa  estela o  “semilla del día” fue sembrada por…

Américo Vespucio, navegante italiano que trabajó al servicio del reino de Portugal y de la Corona de Castilla. Se le consideró el primer europeo en comprender que las tierras descubiertas por Cristóbal Colón conformaban un nuevo continente; por esta razón el cartógrafo Martin Waldseemüller en su mapa de 1507 utilizó el nombre de «América» en su honor como designación para el Nuevo Mundo. El relato a menudo fantasioso y contradictorio de sus viajes lo han ubicado como una de las figuras más controvertidas de la Era de las Exploraciones.

El nombre del Nuevo Mundo

Desde que Vespucio anunciara el hallazgo del nuevo continente, éste había recibido varios nombres, cuya aplicación y aceptación era generalmente regional. Así, los castellanos lo llamaban «Indias» o «La gran Tierra del Sur»; los portugueses, «Vera Cruz» o «Tierra Santa Cruz». Algunos cartógrafos empleaban «Tierra del Brasil» (que sin embargo aludía a una isla imaginaria), «Tierra de Loros», «Nueva India», o simplemente «Nuevo Mundo».

En la imprenta de la abadía de Saint-Dié-des-Vosges en Lorena, Francia, trabajaban varios editores que quedaron impresionados por la lectura de las publicaciones que pretendían narrar las proezas vespucianas: había llegado a sus manos un ejemplar traducido al alemán de la Lettera y otro francés de Mundus Novus, de los tantos que circulaban por Europa.

Decidieron dar a conocer las nuevas noticias en la forma de un pequeño tratado llamado Cosmographiae Introductio acompañado por una traducción al latín de la Lettera bajo el título «Quattuor Americi navigationes» («Cuatro Viajes de Américo»), y publicarlos bajo la forma de un panfleto. El 25 de abril de 1507 salieron del taller las dos primeras ediciones. En el capítulo IX del texto se sugería que el nombre del Nuevo Mundo debería ser «América» (femenino por analogía a «Europa», «Asia» y «África») en honor de quien la reconociera como tal: «ab Americo Inventore… quasi Americi terram sive Americam» («De Américo el descubridor… como si fuese la tierra de Américo o América»).

Sus logros como navegante fueron numerosos: participó en la quinta expedición europea que desembarcó en las costas de Brasil, estuvo entre los pioneros en bordear los actuales Uruguay y Argentina, y en el segundo viaje que logró avistar y cartografiar la de la actual Venezuela. Se debe destacar que el nombre de Venezuela históricamente se ha atribuido al cartógrafo italiano Américo Vespucio acompañado de Alonso de Ojeda, en una expedición naval de exploración en 1499 por la costa noroccidental del país, hoy conocido como Golfo de Venezuela. En aquella travesía, la tripulación observó las viviendas aborígenes erigidas sobre pilotes de madera que sobresalían del agua construidas por los indígenas añú. Dichas viviendas, que llevaban el nombre de palafitos, recordaron a Vespucio la ciudad de Venecia en Italia («Venezia», en italiano), lo que le inspiró a dar el nombre de Venezziola o Venezuela (Pequeña Venecia) a la región.


1Oportunidad para “Re-inventar el futuro” por supuesto basado en el entendimiento del rol que ocupamos en el planeta, para lograrlo debemos tener desapego de lo contrario no podremos ver las cosas en totalidad “the bigger picture”.

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