A pocas horas de la entrada de Júpiter en Aries, necesitamos estar preparados para el inicio de este nuevo ciclo, además aprovecharemos toda la luz de la Luna en Leo (fuego) quien pasará a Virgo en las horas de la tarde, signo que simboliza dar y satisfacer las necesidades de los que nos rodean.
Por ello el día de hoy comeremos una semilla que nos ayudará a conseguir toda la “lucidez” necesaria para recibir la energía de Júpiter…
Amaranto, antiguo alimento real…
Se ha comprobado científicamente que estas poderosas semillas aportan importantes nutrientes para el buen funcionamiento de las neuronas, siendo de los cereales con mayor contenido de proteína (16 a 19%), además de un delicioso ingrediente.
Pedro Molotla, productor de amaranto y representante de la Feria Nacional de la Alegría, explica: “Esta semilla por sus características tan peculiares, como resistencia a la sequía, colores vivos e intensos de sus hojas y espigas, tuvo carácter sagrado, por lo que se encuentra ligado a la leyenda y el ritual religioso, ya que según diferentes fechas del calendario azteca, las mujeres molían la semilla que mezclaban con miel de abeja, destilado de maguey o sangre humana, dándole luego forma de serpientes, pájaros, montañas o dioses que se comían durante ceremonias en grandes templos o reuniones familiares como símbolo de comunión con sus deidades (tras la conquista, esta práctica representó competencia con la hostia en la religión católica). Al parecer, este uso del cereal en rituales paganos y sacrificios humanos repugnó a los españoles, quienes prohibieron su cultivo y empleo, pese a lo cual logró sobrevivir en América en pequeñas parcelas de regiones montañosas dispersas de México y la zona de los Andes sudamericanos”, refiere el docente.
El amaranto está presente en la dieta de los mexicanos que lo consumen como un dulce, popularmente llamado “alegría”, y también se producen pastas para sopas y ensaladas a partir de la semilla.
Trucha crocante a la manteca de azafrán y cinco semillas
Ingredientes:
4 truchas sin espinas de 350 g
200 g de manteca
15 g de granos de quinoa
15 g de granos de amaranto
15 g de semillas de sésamo
15 g de semillas de mostaza
1 cda. sopera de vinagre de alcohol
1 cápsula de azafrán disuelto en 3 cdas. de leche caliente;
300 g de arroz cocido
1 calabaza pequeña
1 berenjena mediana
2 zucchinis
Papel de aluminio.
Preparación:
haz una pomada con la manteca a temperatura ambiente. Agrega el azafrán disuelto y mezcla hasta emulsionar. Suma el vinagre, los granos y las semillas. Revuelve hasta homogeneizar. Corta los vegetales en rodajas finas. En una fuente para horno, coloca una base de rodajas de calabaza, otra capa de berenjenas y por último el zucchini.
Salpimienta y cubre la fuente con papel de aluminio. Cocina 15 minutos en el horno moderado. Salpimienta las truchas, cúbrelas con la manteca y cocina 5 minutos en el horno a 200º. Sirve una porción de arroz, coloca encima la trucha y acomoda las verduras a un costado.
Propiedades de las Semillas de Amaranto
El amaranto contiene más del doble de proteína que el arroz, 60 a 80% por arriba del trigo y el triple de aminoácidos que el maíz, características que lo hacen valioso elemento para complementar distintas dietas basadas en cereales. También ayuda a conservar el equilibrio de minerales como calcio, fósforo y magnesio, lo cuales nutren y mantienen en óptimo estado al cerebro y sistema nervioso central, por incluir sodio, potasio, zinc, cobre, magnesio, níquel y hierro.
Los nutrimentos se encuentran en toda la semilla, por lo que se recomienda su aprovechamiento integral; asimismo, de 50 a 80% de la planta es comestible, pues sus hojas se pueden comparar con acelgas y espinacas por contenido de proteínas, calcio y vitaminas A y C, y las del complejo B, además de fósforo, aunque con diferente sabor, por lo que se recomienda comerlas tiernas.