Por esta razón, les recomiendo comer alimentos que tengan “patas” o tentáculos como por ejemplo el calamar…
Este molusco reduce la inflamación gracias al selenio. Los estudios han demostrado que los individuos con artritis reumatoide tienen niveles bajos de selenio en su sangre. Además, el selenio es un antioxidante que puede ayudar a aliviar los síntomas de la artritis mediante el control de los radicales libres. El calamar contiene un 63% de selenio.
Fortalece los huesos y los dientes debido a su contenido en fósforo. Al igual que el pescado y los camarones, los calamares también contienen una alta cantidad de mineral de fósforo. El fósforo ayuda al calcio en la formación de huesos y dientes.
Relaja los nervios y los músculos por su contenido de magnesio. El calamar es una buena fuente de magnesio, mineral que tiene la capacidad de relajar los nervios y los músculos.
La presencia de vitamina E confiere al calamar propiedades antioxidantes que ayudan a mantener la integridad de la membrana celular, protegiendo las células y aumentando la respuesta defensiva de éstas ante la presencia de sustancias tóxicas derivadas del metabolismo del organismo o del ingreso de compuestos por vías respiratorias o bucales.
Ayuda a mantener la piel sana, músculos, cabello y uñas por su contenido en proteínas. La proteína es uno de los nutrientes esenciales que el cuerpo humano necesita para mantenerse sano.
Receta del Día
Ingredientes:
(Rinde para 3 personas)
- ½ kilo de patas de calamar.
- Harina de trigo o harina para empanizar.
- Aceite de oliva extra virgen o de canola.
- Limón.
- Sal gruesa.
Preparación:
Por lo general suelen venderlas congeladas, y si no lo están se supone que ya lo han hecho previamente por lo que no considero necesario volverlas a congelar, pero pregunten por si acaso. El congelado mejora este tipo de alimento rompiendo las fibras musculares propias de las patas de los cefalópodos, un tipo el pulpo. Por tanto, se consigue un punto más de ternura que no conseguiremos directamente en el agua o la sartén.
De lo que no hay la menor duda es que se pasan por el aceite crudas y no recomiendo que se cuezan previamente si van a ser freídas. Si se cuecen quedarán escuálidas, tiesas y desaliñadas, y tampoco es agradable morderla y que tengan una textura demasiado tiernas. Lo que si recomiendo es que si puedes, pidas las patas más pequeñas que tengan.
Para preparar calienta el aceite al máximo, cuando humee llévalo a fuego medio, adereza las patas con sal gruesa, pásalas por la harina, sacúdelas y sumérgelas en el aceite… Al dorar sírvelas con una salsa tártara, y adorna con unas mitades de limón.
Receta: mercadocalabajio.com
Imágenes: degustapanama.com; mercadocalabajio.com
Fuentes consultadas: alimentos.org.es; euroresidentes.com; saludybuenosalimentos.es