En la década de 1930, el astrónomo Fritz Zwicky hizo dos descubrimientos muy destacados: descubrió que las galaxias se agrupan en cúmulos, unidas por sus mutuas gravedades.
Pero Zwicky descubrió también que los cúmulos deberían estar separándose. La gravedad de todas las estrellas, gases y polvo no era lo bastante fuerte para impedir que cada galaxia tomara una dirección diferente. Zwicky propuso que había algo más manteniendo unidos a los cúmulos –un tipo de materia que no producía luz, pero que ejercía un fuerte efecto gravitatorio sobre la materia visible a su alrededor.
Otros astrónomos tardaron poco en aceptar la idea de los cúmulos galácticos. De hecho, con el tiempo, descubrieron que los cúmulos más grandes contienen miles de galaxias.
Pero durante décadas, el otro descubrimiento de Zwicky permaneció ignorado, aunque era realmente más significativo para nuestro entendimiento del universo. Nos dice que la mayor parte de la materia del universo es distinta de los átomos normales que forman las estrellas, los planetas y a las personas. Hoy, los científicos buscan esa materia que falta, conocida como materia oscura.
Es una búsqueda que les lleva de las piezas que constituyen la materia a los extremos más alejados del espacio.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba…es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes consultadas: universoonline.org
Foto de: astro.ugto.mx