Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa estela o “semilla del día” fue sembrada por…
Carl Sagan, pionero en campos como la exobiología y promotor del proyecto SETI (literalmente Búsqueda de inteligencia extraterrestre), popular astrónomo y divulgador científico de Estados Unidos. Conocido por el gran público por la serie para la televisión de Cosmos, presentada por el mismo y escrita junto con su tercera y última esposa, la también científica Ann Druyan.
Fue también titular de la cátedra de astronomía y ciencias del espacio de la Universidad de Cornell en Estados Unidos.
Visionario de personalidad emblemática y de fuerte carisma, intentó toda su vida acercar la ciencia, mostrándola como una manera de pensar y descubrir el mundo: desde las partículas elementales constituyentes últimas de la materia a los organismos vivos, la comunidad de seres humanos y el Universo contemplado en toda su globalidad. En reconocimiento a su labor científica y de divulgación se le otorgaron numerosos premios por sus aportaciones al pensamiento humano. Entre ellos la medalla de la NASA:
(NASA medalfordistinguishedscientificachievement) en dos ocasiones y el galardón más importante de la Academia de Ciencias Americana, la medalla al mérito público (PublicWelfareMedal).
En 1978 recibió uno de los premios más respetados, el Premio Pulitzer, por su obra de divulgación Los Dragones del Edén: especulaciones sobre la posible evolución de la inteligencia humana un ensayo sobre la evolución del cerebro humano y la inteligencia. Como reconocimiento a sus trabajos sobre exobiología, le ofrecieron describir el término vida para la Enciclopedia Británica.
La División de Ciencias Planetarias (DPS) de la Asociación Astronómica Americana (AAS) otorga cada año la medalla Sagan al mérito de divulgación científica en ciencias planetarias. El lugar de aterrizaje de la misión MarsPathfinder fue nombrado en su honor como estación Carl Sagan Memorial. El asteroide 2709 Sagan también recibe su nombre en su honor.
Según el biógrafo Keay Davidson, la guerra interior de Sagan era resultado de la estrecha relación que mantenía con sus padres, quienes eran opuestos en muchos sentidos. Sagan remontaba sus posteriores impulsos analíticos a su madre, una mujer que conoció lapobreza extrema siendo niña, y que había crecido casi sin hogar en la ciudad de Nueva York durante la I Guerra Mundial y la década de 1920. Tenía las ambiciones propias de una mujer joven, pero bloqueadas por las restricciones sociales, por su pobreza, por ser mujer y esposa, y por ser de etnia judía. Davidson señala que ella, por tanto, adoraba a su único hijo, Carl. Él haría realidad sus sueños no cumplidos.
Sin embargo, su capacidad para sorprenderse venía de su padre, que era un tranquilo y bondadoso fugitivo del Zar. En su tiempo libre, regalaba manzanas a los pobres o ayudaba a suavizar las tensiones entre patronos y obreros en la tumultuosa industria textil de Nueva York. Aunque intimidado por la brillantez de Carl, por sus infantiles parloteos sobre estrellas y dinosaurios, se tomó con calma la curiosidad de su hijo, como parte de su educación. Años más tarde, como escritor y científico, Sagan recurriría a sus recuerdos de la infancia para ilustrar ideas científicas, como hizo en su libro El mundo y sus demonios. Sagan describe así la influencia de sus padres en su pensamiento posterior:
Mis padres no eran científicos. No sabían casi nada de ciencia. Pero al iniciarme simultáneamente al escepticismo y a hacerme preguntas, me enseñaron los dos modos de pensamiento que conviven precariamente y que son fundamentales para el método científico.
“Energía viva que puedes plantar en tu vida”.