“Energía viva que puedes plantar en tu vida”
Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa estela o “Semilla del día” fue sembrada por…
William Blake. Quien fue un poeta, pintor, grabador y místico inglés. Aunque permaneció en gran parte desconocido durante el transcurso de su vida, actualmente el trabajo de Blake cuenta con una alta consideración. Por la relación que en su obra tienen la poesía y sus grabados respectivos suele ponerse a Blake como ejemplo del «Artista total». Según el periódico The Guardian, «William Blake es con gran margen el mayor artista que Gran Bretaña ha producido»
Ha sido reconocido como santo por la Ecclesia Gnostica Catholica. El premio Blake para arte religioso fue establecido en Australia en 1949 en su honor. Su vida se podría resumir en su declaración, “La imaginación no es un estado: es la existencia humana en sí misma».
Considerar los logros de Blake en poesía o en las artes visuales por separado sería perjudicial para entender la magnitud de su obra: Blake veía estas dos disciplinas como dos medios de un esfuerzo espiritual unificado, y son inseparables para apreciar correctamente su trabajo. Por esta razón, las ediciones ilustradas de la obra de Blake han sido especialmente valoradas en el pasado, hasta que los avances en las técnicas de impresión han permitido una mayor difusión, al hacer éstas más accesibles.
La pintura de Blake, basada en visiones fantásticas de rico simbolismo, tiene cierta influencia de Miguel Ángel, por la musculatura de sus figuras y los escorzos a los que las somete. Aplicó su arte pictórico para ilustrar tanto composiciones propias como ajenas: el Paraíso perdido de Milton (una de sus obras favoritas), o Las noches, de Edward Young. La relación que hay entre los poemas y las ilustraciones es compleja y exige imaginación por parte del lector, ya que se basa no tanto en el tema del poema en sí como en la sensación que este transmite.