“Yo apuesto a soñar para después perseguir mis sueños y vivirlos”.
Impulso del Sol en Aries y actúa, al hacerlo lograrás resultados inimaginables.
Te invito a leer nuestra “Semilla del día” como muestra de lo que una mente activa puede lograr.
Julio Verne ha sido un ejemplo para muchos científicos. El almirante Byrd afirmó que si no hubiera sido por Verne no habría ido nunca al Polo Sur. El químico ruso Dimitri Mendeleiev calificaba a Verne de “genio científico” y leía constantemente sus obras. Y Yuri Gagarin, el pionero astronauta, dijo en una ocasión: “Ha sido Verne quien me ha hecho decidirme por la astronáutica”.
La obra de Julio Verne tiene un efecto importante en las personas que por buen criterio deciden leerla, si les preguntas que tipo de escritor es, tardaran un buen rato en darte su opinión.
Esto sucede porque Julio Verne describió a mediados del siglo XIX, detalles sobre: el submarinismo y los submarinos, los astronautas y el viaje espacial, las redes de comunicación, la electricidad y los motores electromagnéticos, el automóvil y los rascacielos, entre otras cosas comunes hoy en día. Y las describió mucho antes de que estos conceptos se pusieran en práctica.
Nadie sabe si investigo la tendencia de la tecnología o tenía una imaginación muy vivida, si viajo al futuro y volvió, si tenía todas esas invenciones en su científica mente o si escucho atentamente la charla de un extraterrestre, pero lo cierto es que sus libros están llenos de fascinantes aventuras y vívidos detalles que hacen que aún un lector del siglo XXI se sienta aventurero y lleno de tecnología moderna.
¿Qué favoreció el espíritu de este narrador para que nos dejara tantas historias y conceptos que de sólo leerlos o ver las películas hechas con base en sus tramas nos eleven en conocimiento o amor por el mundo que nos rodea?
Es maravillosa la simplicidad con la cual un hombre de pensamiento complejo nos muestra lo que logramos con esfuerzo, empeño conocimiento y trabajo en equipo.
Nos impulsa a preguntarnos:
¿Era Julio Verne un Profeta?
Quizá nunca obtendremos respuesta a esa pregunta, pero para acercarnos a la respuesta debe ser un norte para nuestra alma, debemos ser un poco más Verne, debemos ver el mundo, la civilización proyectada en el futuro. Hay que visionar el futuro de nuestros nietos, o los nietos de nuestros amigos.
Hay que entender la esencia de ver más allá, despojados de toda barrera y armados para construir con lo inesperado o con lo que no existe, con lo que hemos visto, con lo que llevamos dentro, con lo que deseamos.
Para ser como Verne debemos convertir las fotos en nuestra visión en videos tridimensionales, ver lo positivo que la sociedad habrá logrado en el futuro y aprender a apreciar que la producción del hombre solo tiene el límite que le da el soplo de la inspiración universal.
Sueños de juventud. Una anécdota que muchos biógrafos le atribuyen a Julio Verne es que a los 11 años se escapó de casa para embarcar como grumete en La Coralie, un barco que zarpaba rumbo a la India. Cuentan que su padre, el severo Pierre Verne, llevó de vuelta a casa al aventurero, y tras reprenderle le hizo jurar que no viajaría más que en sueños.
«No necesitamos continentes nuevos, sino personas nuevas»… Esta cita pertenece a uno de sus personajes ficticios, el capitán Nemo.
El Espíritu Visionario hambriento y sediento, aliméntalo!
Semáforo
Luz Roja: A la agresividad.
Luz Amarilla: A la ansiedad.
Luz Verde: A la presencia, a la inteligencia emocional.
“Apuesta a ti… El premio eres tú”
Lourdes Méndez
Fórmula:
en
en 
a 
= Transición, confusión + 
= Guerra, masa crítica + 
