El Camino del Aprendiz
Observa cada camino cuidadosamente
Compruébalo tantas veces como sea necesario
Luego hazte, a solas, una sola pregunta:
¿Tiene este camino corazón?
Don Juan
La Esfera del Sol en el Cuarto Camino
En la Esfera I me encontré frente a frente con el Ego y sus trampas, me encontré con el amor y sus terrenos pantanosos demandando no sólo mi ser sino también mi luz.
En la Esfera II me encontré con él, aprendí que somos su reflejo o tal vez su proyección, todos los planetas giran a su alrededor.
En la Esfera III me deje encandilar por él.
En la Esfera IV apliqué la ley de la “Octava”. En esta Esfera comprendí que la octava es la PRESENCIA, materia prima de toda experiencia.
El Sol emite energías y es el centro del sistema solar (en nosotros representa el corazón). Su fuerza dirige a todos los planetas (Entonces representa la irrigación de los órganos). Es el centro del sistema solar (Nuestro eje, la columna vertebral).
La Octava del Sol es Plutón y ambos despiertan “La Pineal”.
El Sol es la Casa V (sexo, creatividad, vida).
Plutón es la Casa VIII (sexo, patrimonio, muerte).
Aquí sucede algo muy interesante porque la casa V controla el sexo por placer y la procreación mientras que la Casa VIII controla el sexo bizarro en el que se incluye la prostitución (dinero) pero también controla el sexo evolutivo, el tantra, en el que el despertar del Kundalini marca una frontera irreversible en nuestro mundo sensorial.
“El Kundalini mora en los electrones. Los sabios meditan en él; los devotos lo adoran y en los hogares donde reina el Matrimonio sabio, se trabaja con él prácticamente. El Kundalini es el Fuego Solar encerrado en los átomos seminales, la substancia electrónica ardiente del Sol que cuando es liberada nos transforma en Dioses”.
El Giro Copernicano:
Desde los antiguos egipcios y griegos, las matemáticas demostraron que en el universo todo estaba unido en armonía numérica. El Sol y cada planeta vibran en octavas diferentes. Estas vibraciones es lo que se ha dado en llamar «La música de las esferas».
Si aumentamos la frecuencia de vibración de una nota musical pasamos a la octava superior inmediata, si continuamos aumentado la frecuencia pasaremos a la siguiente octava y así sucesivamente.
De igual modo cada planeta emite una vibración, incluida la Tierra nuestro planeta. Esta vibración tiene una frecuencia diferente para cada planeta y si aumentamos su frecuencia pasamos a la siguiente octava.
Las Octavas te pueden llevar al planeta que vibra con esa energía planetaria o te puede llevar a su propia octava vibracional.
Existen muchos Astrólogos que dan la regencia de la Pineal a Neptuno, yo particularmente pienso que eso depende mucho de la experiencia y de la vivencia más que del concepto.
Neptuno es en realidad la octava de la Luna y juntos controlan “La Pituitaria”, en la próxima entrega voy a explicar como la Luna junto a Neptuno controlan nuestro mundo emocional.
El Sol y Plutón son Fuego, por lo tanto la pasión les pertenece, el elemento fuego tiene predominio de Hidrógeno y su tendencia es a vencer la gravedad, atraído hacia el espacio abierto.
La Luna y Neptuno son Agua, por lo tanto la emoción es su reino, de hecho Venus (llamada por muchos la Diosa del amor) emerge del mar como Afrodita producto de una castración. El elemento agua está formado por Hidrógeno y Oxígeno y su tendencia es la de ser vencido por la gravedad, atraído hacia el centro de la tierra.
Ejercicio: Con este ejercicio activamos las dos tendencias.
El ejercicio del Saludo al Sol en Yoga, es ideal para iniciar el contacto con nuestro mundo “emocional”. El Saludo al Sol es una secuencia de doce posiciones realizadas como un solo ejercicio continuo. Cada posición es la contra postura para la anterior, estirando el cuerpo de una forma diferente, expandiendo y contrayendo alternativamente el pecho para regular la respiración. La práctica diaria traerá gran flexibilidad a la espina vertebral, las articulaciones y estilizarán la cintura.
Haz click en la imagen para ver la animación del movimiento.
Próxima entrega: Lunes 24 de Enero, en donde daré fragmentos de la Luna y su octava en el Cuarto Camino.