Carlos Juan Finlay, médico cubano y un eminente científico. El Dr. Finlay fue el más profundo e intenso investigador de la fiebre amarilla.
Con sus modestos medios fue capaz de identificar al mosquito Culex o Aedes aegypti como el agente transmisor de la enfermedad. Sus estudios le llevaron a entender que era la hembra fecundada de esta especie la que transmitía la fiebre amarilla.
En 1881 fue a Washington, D.C. como representante del Gobierno colonial ante la Conferencia Sanitaria Internacional donde presentó por primera vez su teoría de la transmisión de la fiebre amarilla por un agente intermediario, pero se abstuvo de indicar que era el mosquito. Su hipótesis fue recibida con frialdad y casi total escepticismo.
Mientras tanto, el Dr. William Crawford Gorgas, médico militar que había tratado sin conseguirlo de erradicar la fiebre amarilla en Santiago de Cuba, fue nombrado Jefe Superior de Sanidad en La Habana en diciembre de 1898. A iniciativa de Finlay éste creó una Comisión Cubana de la Fiebre Amarilla que siguiendo las indicaciones del médico cubano hicieron guerra al mosquito y aislaron a los enfermos. En solo siete meses había desaparecido la terrible enfermedad de Cuba.
El Dr. Gorgas fue eventualmente enviado a sanear el Istmo de Panamá a fin de poder completar la construcción del canal, allí aplicó los mismos principios indicados por Finlay lo cual permitió terminar esta gran obra de ingeniería. Una placa en el propio Canal de Panamá reconoce la contribución del Dr. Carlos J. Finlay en el éxito de esta magna obra. El 15 de agosto de 1914 atravesó el primer barco del Océano Atlántico al Océano Pacífico a través del canal.
En su honor, el gobierno de Cuba creó, y la UNESCO entrega cada dos años, el Premio de Microbiología Carlos J. Finlay a investigadores cuya labor en temas relacionados con la microbiología (inmunología, biología molecular, genética y otras) hayan contribuido de manera destacada a la salud.
“Energía viva que puedes plantar en tu vida”.