“El verdadero significado de las cosas se encuentra al tratar de decir las mismas cosas con otras palabras”. Charles Chaplin
Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa estela o “semilla del día” fue sembrada por…
Charles Chaplin, fue un actor, director, escritor, productor y compositor británico ganador del Óscar de Hollywood.
Charles Chaplin fue la persona más conocida del mundo desde 1917 hasta mediados de los años treinta. Este dicho está avalado por dos hechos: la rápida difusión del cinematógrafo en las décadas de los años veinte y treinta y también en el viaje que realizó por países de todo el mundo, donde era recibido por grandes multitudes.
En reconocimiento de sus destacados méritos fue nombrado caballero por la Corte Real británica y se convirtió en Sir Charles Chaplin (1975). Finalmente, este humilde hombre que había cambiado el cine para siempre, había recibido una pizca del reconocimiento que se merecía.
En español, ha quedado la palabra charlotada, para reflejar una acción grotesca o ridícula.
Se dice que el humor que muestra Charlot en sus películas es universal. Para comprobar esto, a finales de los años 90 se realizó un experimento, el cual consistía en proyectar varios de los cortos de Charlot a distinto público, de distintas culturas, que nunca habían visto antes a Charlot y en muchos casos, ni siquiera han tenido la oportunidad de ver televisión y cine.
El experimento dio resultados concluyentes: aunque había culturas donde no entendían lo que veían (no eran capaces de entender las construcciones, vehículos, ropa, protocolos sociales, etc, de la norteamérica de principios del siglo XX), sí que se divertían y reían con las persecuciones, caídas, tortazos, trucos, timos, etc. protagonizados por Charlot.
Como curiosidad cabe destacar que una vez participó en un concurso de imitadores de Charles Chaplin, quedando en tercer lugar.
Fue amigo de Churchill, de Einstein, de Gandhi y de los grandes del mundo aunque los políticos no le querían. Expulsado de USA por el FBI volvió a recibir un Oscar.
«Los números santifican, si matas a unos pocos eres un criminal, si asesinas a miles, eres un héroe”. Final de Monsieur Verdoux.