Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa estela o “semilla del día” fue sembrada por…
Shakespeare, es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.
La New Encyclopædia Britannica señala que «muchos lo consideran el mayor dramaturgo de todos los tiempos. Sus piezas… se representan más veces y en mayor número de naciones que las de cualquier otro escritor».
Se han producido unas 250 películas basadas en textos de Shakespeare, lo cual demuestra la enorme influencia de la obra de este escritor.
En torno a 1860, al tiempo que culminaba su obra Los miserables, Victor Hugo escribió desde el destierro: «Shakespeare no tiene el monumento que Inglaterra le debe». A esas alturas del siglo XIX, la obra del que hoy es considerado el autor dramático más grande de todos los tiempos era ignorada por la mayoría y despreciada por los exquisitos. Las palabras del patriarca francés cayeron como una maza sobre las conciencias patrióticas inglesas; decenas de monumentos a Shakespeare fueron erigidos inmediatamente.
En la actualidad, el volumen de sus obras completas es tan indispensable como la Biblia en los hogares anglosajones; Hamlet, Otelo o Macbeth se han convertido en símbolos y su autor es un clásico sobre el que corren ríos de tinta. A pesar de ello, William Shakespeare sigue siendo, como hombre, una incógnita.
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