Te invito a rendirle tributo al caballo (Totem de Sagitario) comiendo melaza, un subproducto que proviene de la caña de azúcar y en menor escala de la remolacha y que es consumido por este animal. Su valor nutritivo es bastante alto y, mezclado con el heno aumenta el valor nutricional para la buena salud del caballo.
“Cabalga el río, agarra el viento, flota en la corriente arriba en el aire… la magia sucede cuando confiamos en el fluir de la vida”. Coach Bobbi
La melaza es un alimento muy energético, no sólo por ser un carbohidrato, sino también porque ayuda en las reservas de hierro, lo que es ideal para personas que sufren de anemia. Por ejemplo, en lugar de las carnes rojas, el consumo de melaza nos dará más hierro y menos calorías.
También es una buena fuente de calcio, un mineral muy importante que refuerza la contracción de los músculos, conduce los impulsos del cerebro al cuerpo, regula la actividad enzimática, forma y mantiene los huesos y elimina toxinas del colón.
Además, es una fuente de manganeso, potasio, cobre y magnesio. El cobre ayuda a asimilar el hierro, desarrolla los huesos. El manganeso a producir colesterol bueno. El potasio ayuda a los músculos y el magnesio da energía y ayuda a los huesos a mantenerlos sanos y fuertes.
No sólo puedes endulzar el café o los postres, puedes usarla de muchas maneras, algunas que de seguro ni te imaginabas. Para hornear unos frijoles y darles ese toque agridulce, para cocinar el pollo, o para recetas de masas y panes.
Ahora que conocemos las propiedades de la melaza, podemos incluirla en nuestra dieta de diversas formas.
Receta del Día
Estas galletas se preparan con diferentes especias y melaza. Son suaves y ligeramente chiclosas.
Galletas de jengibre y melaza
- 220 grs. de azúcar morena.
- 230 grs. de mantequilla.
- 2 Huevos.
- 6 cucharadas de melaza.
- 350 grs. de harina todo uso.
- 1 cucharada de jengibre molido.
- ½ cucharadita de nuez moscada rallada.
- 1 Cucharadita de canela molida.
- 1 Cucharadita de polvo de hornear.
Preparación:
Precalienta primero el horno a 170 grados.
En dos bandejas para hornear coloca un trozo de papel mantequilla.
En un bowl mezclamos primero todos los ingredientes secos y luego agregamos los líquidos.
Batimos hasta tener una masa bien homogénea.
Dejamos reposar por unos 30 minutos bien tapadas.
Luego estiramos bien la masa y cortamos las galletas.
Las colocamos sobre las bandejas, no muy pegadas las unas con las otras y llevamos al horno por 15 a 20 minutos, o hasta que estén un poquito doradas.