Comer picante el día de hoy hará que grites, frunzas el ceño, y exhales con fuerza para evitar hacerlo con rabia o recelo. En palabras de centavos, le aplicaremos una vacuna a la energía.
El sabor picante es de naturaleza Yang, por tanto sus funciones son la de dispersar, movilizar, empujar y remover.
Este sabor moviliza y desobstruye los “nudos” en el pecho, se dice que lo “desamarra”, por lo tanto es útil en estados de depresión o melancolía en los que el individuo tiende a constreñir esta parte de su cuerpo.
En el campo de la medicina estudios recientes muestran que el chile es benéfico para la salud. Un estudio de laboratorio en el Reino Unido, por ejemplo, encontró que la capsiacina, que es responsable de la sensación de ardor que produce el chile, puede eliminar las células cancerígenas del pulmón y del páncreas sin dañar a las células que les rodean. Los investigadores creen que esto demuestra por qué a la gente que vive en México y en la India, y que ambas tienen comidas picantes, tienen índices más bajos de cáncer que aquellos países que tienen dietas blandas.
Dos estudios realizados en Australia proveen más buenas noticias: uno descubrió que añadir picante a las comidas puede proteger contra el crecimiento de colesterol en la sangre. El otro encontró que comer picante regularmente reduce los requerimientos de insulina, lo que puede tener implicaciones para la prevención y tratamiento de la diabetes.
Y entonces, ¿qué hay de sus efectos en el estómago? El chile reduce, de hecho, la secreción de ácido gástrico, de acuerdo con un estudio húngaro. También puede reducir el sangrado asociado con el consumo de agentes antiinflamatorios no esteroideos como la Aspirina. Otra ventaja: un estudio realizado en Singapur descubrió que comer picante reduce en un 53 por ciento el riesgo de úlceras pépticas.
Receta del Día
Ingredientes:
- 1 cabeza de brócoli, lavada y cortada en trozos medianos
- 100 grs de tomates picados (aproximadamente 1/3 de taza)
- 1 cucharada de vinagre balsámico
- 1 cucharadita de sal marina
- 1/4 taza de aceite de oliva
- 1 diente de ajo picado
- 1/4 cucharadita de hojuelas de chile
- 50 grs de queso de cabra
Preparación:
En un tazón grande coloca el brócoli y el tomate picado. Vierte el vinagre balsámico y espolvorea sal marina. Remueve bien el contenido y deja reposar.
En una sartén pequeña pon a calentar aceite de oliva a fuego medio. Agrega ahora el ajo y las hojuelas de chile, y deja cocinar por un minuto. Retira del fuego y pon a enfriar por un par de minutos.
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Imagen: diagnosticomedico.es