“El arte es armonía. La armonía es la analogía de los contrarios”. Georges Seurat
Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa estela o “semilla del día” fue sembrada por…
Georges Seurat. Pintor francés y fundador del Neoimpresionismo, toma de los teóricos del color la noción de un acercamiento científico a la pintura. Seurat creía que un pintor podía usar el color para crear armonía y emoción en el arte, de la misma forma que los músicos usan variaciones del sonido y el tiempo para crear armonía en la música. Seurat teorizó que la aplicación científica del color era como cualquier otra ley natural, y se condujo a probar esta conjetura.
Él pensaba que el conocimiento de la percepción y de las leyes ópticas podría ser utilizado para crear un nuevo lenguaje artístico basado en su propio sistema de heurística y comenzó a mostrar esta lengua usando líneas, y esquema e intensidad del color. Seurat llamó a este lenguaje Cromoluminarismo.
Su carta a Maurice Beaubourg en 1890, captura sus sentimientos sobre el acercamiento científico a la emoción y la armonía. Afirmó que «El arte es armonía. La armonía es la analogía de los contrarios, y de similares elementos del tono, del color, y de la línea, considerados a través su dominancia y bajo la influencia de la luz en combinaciones alegres, serenas o tristes».
Las teorías de Seurat pueden ser resumidas de esta forma: La emoción de la alegría puede ser alcanzada por la dominación de tonalidades luminosas, por el predominio de colores cálidos, y por el uso de las líneas dirigidas hacia arriba. La calma se alcanza a través de un uso equilibrado de la luz y la oscuridad, por el balance entre colores fríos y cálidos, y por líneas horizontales. La tristeza se alcanza utilizando colores oscuros y fríos y líneas que señalan hacia abajo.
“Energía viva que puedes plantar en tu vida”.